martes, 17 de noviembre de 2009

Libertad

Rompen como luces las cadenas corroidas por no querer ya más ser y dibujan impacientes sus otridades:

Nada quieto, ahora.
Ninguna forma definida confieren a aquello en lo que están.

¿Para qué querer estar?
Fluyen, no-observantes, sabiendo que no son ser; seguros ante la libertad desencadenada.

Y, sin embargo... algo somos, tal vez.

jueves, 8 de octubre de 2009

democracia

La llum ho és tot a la ciutat (un).(dos).(tres).
Tot és clar (un).(dos).
Tot parla (un).

Despertar

Palidas, sus manos,
recorren
los tramos estrechos
del porvenir.

Olvida ahora
los sueños,
las horas, los días
y el subsistir.

Contra todo esto
no hay nada,
ahora, nada más.

Y el verdeazular de tus ojos descubre
sobre las facciones revueltas
un breve espacio en el que
uno queda ya más tiempo
y permaneces en él
hasta que te sientes expulsada
por el vaivén del mar;
recuerda qu eno ers sueño, ahora.
¡Recuerdalo!

Mientras el grito
reprime
sentidos perdidos
en el decir

de los otros.
Algunos,
alguién te vive,
quieren dormir.

Laoconte. (Intimidad)

Tengo todas las serpientes
a mis pies.
Se retuercen me rodean, se contraen...

No són más que lo que he querido ser.
No soy más que lo que ellas me han exigido.

Y, no obstante...
se separan, se alejan, mis pies.
Como el ramaje de un árbol seco
me alejo de mi.

Ellas permanecen atadas a la raíz
que les ofrece el conocerme;
me alejo y, con todo,
soy cada vez más raíz.

Permitid que las voces silencien
el lebe dibujo del alma...
¡Allí estarán!

Buscad el ruidoso acierto
de lo que alguién anunciara...
¡Allí niarán!

Exigid que el silencio
dibuje una alternativa...
¡De ello comerán!

Mas no són tan fuertes
las serpientes y se
alimentan de las raices
por las cuales te comes.

Y te mantienes en pie.

miércoles, 12 de agosto de 2009

Deshollación

Una vez cruzadas las puertas y situado el dentro en el fuera, no había ya mucho más que esperar, salvo, quizá, el leve crujir de unos huesos que al caer semejarian respuestas que uno diera sobre palabras rutinarias y cultura preseleccionada. Mas, entonces (y sin ser, como ya dijimos, esperada) apareciose una luz, carne de entre las carnes que los huesos empañan; rubiazulada luz perdida sobre los verdes posibles de musica por escuchar y, sin poder dar pie sobre pie, herrumbrado ya, cayó sobre los nombres que tiempo atrás llenaran su cuerpo mientras el oxido dibujaba en sus entrañas un fluido semejante al zumo de frambuesa.

jueves, 9 de julio de 2009

Spirits in the material world

Absortos, ante la totalidad formal de lo configurado, cesamos, desfallecemos y nos adherimos a lo hecho, acaecemos hacer y reformamos la formacion del todo. Nos complacemos con recorrer los caminos qeu trazamos y nos comprendemos incapaces de trazar caminos que ni siquiera la fantasia podría alcanzar a recorrer. La forma como configuración del ser y el lenguage como comunicación, el imperio de la forma debe reaparecer bajo el signo de la matéria para que pueda hacerse manifiesta la tirania de su discurso... ese calvo con gafas suelta una fuerte carcajada, ahora, y nos comenta que desearía seguir un discuurso ya empezado... y los monobos del zoo no dejan de masturbarse. Si por lo menos el silencio nos dijera una vez... Si hubiera un callar que no implicará dialogo... Tal vez sólo de ese modo podríamos salvar nuestro cuerpo.

sábado, 6 de junio de 2009

Te observas, desnudada ya por el pasar de los dias, ante el espejo del tocador y ves que tus pechos, pendiendo sobre una tripa un tanto hinchada, dibujan el exacto vacío que ocuparía la cabeza de un hombre, ahora que, tras lo sucedido, no hay ya ninguno; y te percatas de quan silencioso, como sin decir nada, ha pasado a traves de tí el tiempo.

Deseo

Ante el dolor... abrir las manos, enderezarte, despreciar tu cuerpo, rehuirte. ¿Cómo no creer, entonces, que tus organos no son más que un absurdo añadido a ti? ¿Quién tendría el valor para admitir que la carne es el sujeto del alma, en aquel mometo: con el dolor sobre tu piel?
Luego... el silencio; algo se escapa de tus manos; pasa y rehusa luchar. Olvidas.
¿Quién negará la vida, ahora?
La piel, abrechada, se mezcla contigo, y los nudos del porvenir levantan miedos sobre tu insuficiencia.
No llamaras. No lograrás mantenerte en pie.

martes, 2 de junio de 2009

En ausencia de José

Bajo el calor del verano, dos cuerpos se tocan. La distancia que los separa se acrecienta con el fluir del sudor sobre sus carnes. Vibra el público ensordecido.
Afuera, alguién protesta -¿quién podría abatir los rituales salvajes?-, intenta ordenar y distribuir aquello que acontece fuera de su presencia. Lógicamente, tal como es de esperar, en tanto que se atribuye el orden se observa como el primero del orden. Grita, algo debe parar. ¡Cuán silencioso resta ahora el límite vecino! ¡Cuán impotente deviene aquél que se a atribuido toda la potestad del ordenar!
En cuanto corte las orejas saldrá por la puerta grande, y él se lo mirará con furor. ¡No es más que uno contra seis!

martes, 26 de mayo de 2009

Re(¿cuerdo?)

Azules tintes perdidos dibujan sobre tus manos los días que transcurrieron sobre el arcén. Recobrar, ahora, lo inmediato, sería alcanzar-te ante ti, sobre ti, dislocada.

El tiempo desenvuelve el origen sobre los entumecidos cuerpos que no fueron más que sucesos. ¿Ahogas tu llanto? Tus labios se desdibujan sobre las leves pérdidas de orina que, en la noche, se deslizan furtivamente ante el espejo.

Los días pasa. Los días pasan; pasan y dejan sobre lo que pasan como marcha el que da. No hagas caso de las palabras que envuelven el habla. El tiempo desenvuelve el origen y nada podrá reunirlo sobre las tierras etéreas del pasar.

Ahora escucha: el hecho de que un gato pierda una pierna no le obliga a caminar sobre cuatro patas por ser su raíz, ni requiere descender lo descendido alcanzar lo más alto. El suelo, entonces, se desdibuja y se sienta sobre su propio suelo, que, a su vez, reposa. Nada hay más doloroso que la jerga mal curada. Ahora:

Detrás de los abedules los jardines permiten caer más allá de sus días como quien cae sobre las oscuras mesas que anidaron tu balcón, balanceándose en las glorietas que no anduvieron nunca sobre al mar, los escarabajos descubren que cada día alguien los recibe con líquidos de bienvenida allá donde no alcanzan las nubes tu sonreír. Las cuatro paredes en las que te ciernes olvidan la puerta abierta.

No queda nada… tan siquiera ella se ofreció a socorrerte. Sólo los humos de los cigarrillos podría dibujar lo pasado.

miércoles, 11 de marzo de 2009

Cuando el cansancio entra por la puerta no quedan ya ventanas

Sin saber como, un día, podría ser que, al levantarse, uno sintiera el lastre de sus pies al ahogar el suelo con sus pisadas. Los taponados poros de la piel del suelo como erupciones volcanicas podrían labar las legañas de los cerrados ojos como el granito laba una cara y podría creerse que el hombre, fatigado ya, no tendría nada mejor que hacer que marcharse a cazar canguros al Nepal y perpetuar la vergüenza de la taza de café.
Pero, quieto e indiferente, sobre sí mismo, pendiente del excremento de paloma que pudiera caer, ya, sobre su sien apelumbrada, reside en su interior la palidez del hielo pasado... no concibe como él es ahora aquél y se pierde en la narración de lo que él ha hecho al no ser ya más que uno más... ¿Cómo llegar a ser alguién entre los miles de personas que cruzan en una hora un semaforo de la Diagonal?
La multitud enbellece la ciudad, y la ciudad bella és el mayor de los males.
Luego pesiste sobre sí el hombre, total y unicamente sólo, incomprensible e incomprendido... ah!, y todo lo perdido... ah! y todo lo adquirido que apelmaza el ser del día... Dónde resta el ser de nuevo con la muerte más cercana aún que las hormigas de la alacena.
El sofa no descansa más que cuando no da descanso... "¿Cuando descansa el hombre? ¿En qué no descansa?" se dice, y vuelve a caminar.
La libertad de una vida atestigua el fracaso del ser cuando el modelo ha huido porqué el frío le impedia posar su desnudez: Somos grandes pintores, pero la lentitud nos mata. -¡Bajad el aire acondicionadao!-
El hombre, luego, llega al pasaje de la intimidad nostrada y se palabreja y se complementa a sí consigo mismo haciendo en, desde, para, con, contra, a, ante, cabe, de, bajo, hacía, tras, hasta, sin y según sí como una nupcial descarga del intelecto sobre el cuerpo... Más tarde llega la culminación: El mundo, la tierra, la noche, el velo, la luz, un mundo, el orto, el culo, la mierda, el ojo, el deseo, la satisfacción, el sindrome, el trauma, la cosa, el ente, el hombre, la silla, la jarra... De este modo, levantas los ojos y la mesa no es ya mesa... qué distante és el mundo en la cercanía del habla. No recibes ya... nadie te entiende y tu no entiendes a nadie -pues nadie es un sujeto de difícil comprensión-...
Como se aleja el ruido del mar en el oleaje... qué gran dolor pesa sobre la grave mirada de la huida nocturna... ¿Dónde están los demás si estan de más? Que gran rotura de la vida... el lenguaje... ¡Qué gran soledad!
Reglamento de construcción: Piedra sobre piedra con mortero rico en porland entre medio; nada de cal, que se arruga; se plancha y listo para servir...
Ell pan es cada dia más como las ancas de una sardina y escasea la eficiencia del eficiente señor que soñaba aceitunas.
¡Qué gran dolor escribir!... poner tan lejana la gente que... Sentar tan aparte el mundo que... Despues miras y no queda nada... Despues callas y no queda nada... Desgastado esta todo por la erosión de la brisa que el hablar causa... Pero, como callar ahora... Ahora es cuando menos uno ha de callar... Resta el sueño y la incomprensión de porqué no entras... "El dolor del mundo embriaga al que no encuentra sustento en la tierra", dijo una vez... acto seguido se tumbo a dormir sobre el cesped.

jueves, 5 de marzo de 2009

Delphos

"el ente sólo pued ser, en cuanto ente,
si está dentro y más allá de lo
iluminado por esa luz"
M. Heidegger, El origen de la obra de arte


Gira sobre sus aspas en mar ajeno el reloj ya estropeado que colgara en la pared, pierde el lienzo, rueda un cuadro y limita la possibilidad del ser. ¿Quién reordenará sobre los tejidos rotos del vestir de los árboles los destinos quebrados que han de acaecer? Como una flor, la risa desguaza las algas del estancado sueño de un leve jardín... ¡Demasiado temprano!... siempre es demasiado temprano. Y las lisonjas esparcidas como dadivas de santidad reclaman esconder sus piernas bajo el taburete de la castidad. Las tijeras caen sobre la mesa y no cortaron nada antes de que el reloj se detuviera... después de ello no quedaba nada por cortar.

Pende el reloj sobre oceanos lejanos y pretende calcular un tiempo que no está. El Porvenir a pasado y a dejado un recado para el Recuerdo: "volveré en cuanto pueda"; al despedirse a olvidado concretar cómo. En los bares descansan las esperanzas de que cese el diluvio y Noé no atiende a la palabra de Dios que, al mojarse, se esparció sobre el papel en una gama de aguados pisapapeles que reclinan su cabeza en el saber de las polillas.

Através del vaso se desfigura el reloj que reclama el futuro; este pasa de largo y la luz alumbra las huellas que desdibuja el mar tras sus pisadas. Algo dice que lo pasado aún está por pasar y que lo ocurrido nunca terminará de acabar; saber estas cosas podría perturbar el sueño de aquel al que le fuera destinado el dormir, mas: no debe permitirse que el destino desentrañado impida vivirlo tal como se desvela.

martes, 24 de febrero de 2009

Cosmologia

Como pensar los mundos subalternos estando ya en las profundidades, y como se pasa tan fácilmente del uno al otro, són cosas que deberías preguntarselo mejor a él... Él, que nos observa desde la celda en la que lo hemos situado pendiendo sobre el vacío, fijo sobre un lugar, narrando los acontecimientos de un mundo que no es más que el mundo que vivimos y, no obstante, es mucho más: és todo lo que dice mientras se mantenga en silencio, y se ahogan sus manos sobre el pezcuezo de dias transcurridos por y entre sí, descritos a la perfección por el suave murmullo del callar de las palabras, mientras estas lo rodean, ahogadamente, lo cercan y caen bajo el abismo del sentido, perdiendo, ya, todo valor, toda su posibilidad de verdad, ante lo ojos del oyente que entiende lo que dicen.
Y los gritos de los condenados se esparcen hasta las grutas de la comprensión: Si se las pudiera entender, sus palabras, tal vez cabría la possibilidad de que fueramos igual, uno más: otro uqe habla como las luces de la mañana y la huida del Sol al despertar, cuando, en la ciudad, las luces abandonan sus multiples naceres y se aúnan, siendo todas ellas una sola, en el cielo.
Y pende desde su celda, él, haciendolo todo posible y comprensible, narrador insaciable de la sangre del mundo -mientrea las guadañas oxidadas de los almacenes pintan cascadas de vida en las manos del desconocido que no lo escuchca contarle-, perdido, asfixiado por su propia seguridad de ser inseguro, y se habla, se comprende, y sabe qué callar cuando le pregunten por los frutos de los dias, pues ve caer la arena que llenará, algún día, los muros de la ciudad cuando, como la luz, el vivir se segregue, del cielo a la tierra, sobre los epicentros establecidos, previamente, sobre la faz de la ciudad, multiples vidas de multiples puntos preestablecidos, desunidos y vinculados, comunidad de los sordos y los libres en la tozudez estable de ser solo uno mismo.

viernes, 2 de enero de 2009

El parto

¡Que gran dolor, el de un dios al nacer!:
La sangre fluía entre los cuerpos descuartizados, sobre el aire... ¡con que desesperación se desgarraban los buccinadores de los aún supervivientes, por la rabia de un último grito de aceptación!
En la lejanía, sobre las casas, el fuego cocía aquellos que no pudieron actuar... todo tan inesperado...
El vino y la música cruzaban el aire, los alegres fritos y el regocijo envolvían a los cuerpos, aún en pie, mientras la festividad se extendia por la pradería. ¡Ni el ejercito más numeroso del momento habría sido capaz de deborar tanta carne!
Las contracciones de la tierra eran cada vez más fuertes bajo los pies de la victoria al danzar.
Por un momento, tras una copa levantada, el silencio junto al llanto del nuevo sol:
- He saldado vuestras deudas; ahora me debeis fidelidad por la felicidad otorgada.

Creación

Quisiera explicarte ahora cómo podría nacer un Dios; cómo la primera manifestación de su existencia, silenciosa, parecería la atracción de dos cuerpos ajenos que se reconocen mientras la brisa del mar desliza, sobre la arena, un suave vapor aceitunado empujando el agua contra los acantilados, dibujando y dibujandose sobre las rocas para retroceder y huir, confusa, en el momento preciso en el que, agua sobre tierra, se pierden las medidas de la distancia y la diferencia entre los seres.
Es ese el momento enn el que unn punto resume, por un instante, todos los instantes y momentos que vendrán, que han venido, como nuevo punto de emanación que nos diera a entender, por un instante, sobre sí, todo lo sucedido, como si fuera él la causa y no el efecto de lo pasado, de lo que pasa o pasará; manteniendose ajeno al tiempo.
Y con la sonrisa picara de un niño que encontrara, tras un soplo de tramontana, el color de su vida, altivo ya como un don de la nada, se posa el Dios sobre unos labios que se desdibujan entre sí como se borran los dias, uno sobre el otro, al pasar. Nada podrá ya volver a ser como era, nada será ya como es... una verdad ha nacido sobre un instante borrado para siempre de los calendarios, contenido, unicamente, en tí, en mí, y los historiadores se preguntarán aún por la linealidad y las causas de los aconteceres.

Reencuentro

Cuando lo terminaste pensaste que sería un buen lugar desde el que poder comenzar; luego el tiempo se adueño de él. Ahora que lo observas, envejecido, inseguro, ante tí, no sabes si serás capaç de reempezarlo. Observas tus manos...