El día
muestra las miserias que la noche esconde. En la plaza, una madera
golpea las piedras enmohecidas del hambre y deshace las sombras que
su perseverancia trazaba sobre el puro blanquear del Sól. ¿Quién
no quiere ver en la ciudad la copula secreta de dos mantas que
envuelven la muerte? Y el orgullo desciende sobre los adoquines de la
espera; protege al que esta protegido y hunde al hundido.
martes, 13 de noviembre de 2012
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