sábado, 24 de mayo de 2008

Instante

Hela ahí la verdad, de nuevo… Y tú tan callada de nuevo…

¿Cómo haber previsto que no volvería a ser lo que ya fue?

Y ella está tan cambiada ahora que te la miras incapaz de reconocerla mientras se interpone entre nosotros. Y recuerdas –y tu recuerdo también es ella- que te advertí, me advertiste: “No volverá”… y hela aquí, de nuevo, la verdad… tan cambiada y, sin embargo, tan innegablemente ella que la impotencia de lo que queríamos haber querido se desvanece mientras ella no se desvanezca…

¡Como callan ahora las angustias soportadas sobre las húmedas almohadas del intervalo!… Y nos miramos… y ella nos confiesa, inevitablemente, lo que no queremos confesarnos, aquello que callamos por no querer verlo huir –hecho lenguaje- por entre las corrientes del viento que se desvanece en la distinción del cielo con el mar…

Entonces, con un leve movimiento de mano, una sonrisa de terror, una devoradora mirada y un hilo de voz que parecería el canto de un gorrión ante un temporal, nos decimos, casi sin oírlo: “Adiós” y seguimos hacia adelante, mal que hacia adelante para ti sea hacia atrás para mí… Algún día nos presentarán y tomaremos un café en un bar…

Y ahí también está la verdad, mientras se desvanece y vuelve, siempre como verdad… ¡Siempre tan distinta!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

qué te habrían puesto en el primer comentario para que lo borraras...:P

Silenci dijo...

No lo sé, yo no he suprimido ningún comentario; la verdad es que me sorprende bastante que aparezca un comentario suprimido, así que si su autor quiere volver a enviarlo será publicado sin problema. Siento el error