Instrucciones:
1-
Coja un libro cualquiera de su estantería.
2-
Siéntese en el sofá.
3-
Ábralo por una página cualquiera.
4-
Anote en una hoja la página por la que ha abierto el libro.
5- Lea
el primer parágrafo gritando.
6- Una
vez terminado, y con el libro bajo el brazo, diríjase al parque más
cercano.
7-
Busque un banco y siéntese en él.
8-
Abra el libro por la misma página que lo abrió en casa, comprobando
la anotación para asegurarse de ello.
9- Lea
el primer parágrafo susurrando.
¡Felicidades!, ¡ya ha
experienciado usted una repetición!
Alternativas:
- Si tiene algún
problema para trasladarse o no le apetece salir a la calle, puede
ahorrárselo cambiando de habitación o de silla; la experiencia de
repetición no será tan marcada como en el proceso propuesto pero se
producirá igualmente.
- Si coge un libro que
haya leído en su totalidad no será menester que anote usted la
página por la que abra el libro y podrá ahorrarse, a su vez, el
tener que leer una segunda vez el mismo fragmento desde otra
posición. Cualquier parágrafo que lea será repetido.
- También puede hacer que lea el mismo fragmento otra persona para remarcar a un más el caracter disimil de la repetición.
- También puede hacer que lea el mismo fragmento otra persona para remarcar a un más el caracter disimil de la repetición.
Comentarios:
- Nótese que en
cualquiera de los casos propuestos la repetición, en ningún momento,
se puede reducir a lo mismo (leer en una butaca, leer en una silla,
leer en el parque...), y, sin embargo, se produce una repetición.
- Una vez efectuada esta
primera experiencia de repetición puede usted efectuarla con
cualquier cosa, de hecho se percatará de que constantemente lo hace.
Incluso, llevando esta experiencia hasta el extremo podrá percatarse
de que usted mismo se repite en cada instante que vive.
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